Carta a… ¡los padres! De @AyozeHdez.

Ayoze Hdez, 13.05.13

¿Por qué cada fin de semana hay escenas bochornosas en nuestro fútbol base? Y lo peor: ¿por qué son en las categorías de los más pequeños?

La práctica del fútbol es de carácter educativa para nuestros jóvenes, donde se les inculca unos valores de una forma dinámica y divertida (esfuerzo, trabajo en equipo, respeto, sacrificio, tolerancia) y normas sociales (aceptar las reglas y el reglamento) que luego les servirá en su vida personal.
En muchas competiciones deportivas parece que lo único importante es ganar, y a cualquier precio, cuando en realidad en estas categorías es un objetivo secundario, ya que el machaque constante por parte de los padres o entrenador puede llegar a tal punto que el deportista pierda el carácter formativo por falta de ilusión.
Son muchos los padres que partido tras partido quieren hacer de entrenador, diciéndole al deportista qué hacer y cómo hacerlo. Una equivocación muy grande, ya que para eso está el entrenador, un ejemplo para el niño, que entrenamiento tras entrenamiento forma esos valores, que cuando llegan al partido se esfuman por la mala actitud de los progenitores.

La siguiente carta fue redactada por Paco Merino, redactor de deportes de «EL DÍA» de Córdoba, hace ya unos años.

«LA CARTA DE UN NIÑO A SU PADRE»:
«No sé como decírtelo. Seguramente crees que lo haces por mi bien, pero no puedo evitar sentirme raro, molesto, mal.
Me regalaste un balón cuando apenas empezaba a andar. Todavía no iba a la escuela cuando me apuntaste al equipo de fútbol. Me gusta entrenar durante la semana, bromear con los compañeros y jugar el domingo como lo hacen los equipos grandes.
Pero cuando vas a los partidos no sé, ya no es como antes. Ahora no me das una palmada cuando acaba el partido ni me invitas a un bocadillo.
Vas a la grada pensando que todos son enemigos, insultas a los árbitros, los entrenadores, los jugadores, los padres …
¿Por qué has cambiado? Creo que sufres y no lo entiendo.
Me repites que soy el mejor, que los otros no valen nada a mi lado, que quien diga lo contrario se equivoca, que sólo vale ganar.
Ese entrenador que dices que es un inepto es mi amigo, el que me enseña a divertirme jugando.
El chaval que el otro día salió en mi lugar, ¿ te acuerdas ? Sí, hombre, aquel a quien estuviste toda la tarde criticando porque, como tú dices, no sirve ni para llevarme la bolsa. Ese chico está en mi clase. Cuando lo vi el lunes me dio vergüenza. No te quiero decepcionar. A veces pienso que no tengo la suficiente calidad, que no llegaré a ser profesional y a ganar cientos de millones, como tú sueñas. Me abrumas. Incluso he llegado a pensar en dejarlo; pero me gusta tanto…
Papá, por favor, no me obligues a decirte que no quiero que vengas más a verme jugar».

Dejemos que los más pequeños disfruten del deporte, sin peleas, con el único objetivo de divertirse y socializarse con los demás.

20130513-164501.jpg Foto tomada este pasado fin de semana. La imagen habla por sí sola.

Publicado en Carta a...

Deja un comentario