Carta a… ¡Murillo! De @MelUDLP.

Melissa Espino, 09-05-2013

Hola, ídolo:
Sinceramente no sé cómo empezar, pero supongo que por el principio, ¿no? Tuve la suerte de conocerte en persona el 16 de Octubre del 2012, un día que llevaré conmigo siempre, porque cumplí mi sueño: ver al equipo de mi vida, aunque también es verdad que casi me dejo la vida para ir a hacerlo, como cada vez que voy a verles entrenar. Nada, son bromas (risas).
Ese día me demostraste que eres la humildad en persona, alguien cercano, que se deja querer. En ese momento me di cuenta de que no sólo eras un grandísimo futbolista, sino de que eres también una grandísima persona. Esa tarde-noche comprendí por qué tenías que ser mi ídolo, esa persona a la que apoyaría sobre todas las cosas, esa persona a la que admiraría, esa persona a la que cogería de ejemplo.
Nunca en la vida se me hubiera pasado por la cabeza que podría sentir lo que siento con tan sólo ver a alguien tocar un balón de fútbol, porque es una sensación indescriptible, que me deja en fuera de juego totalmente. Esa elegancia con la que sacas la pelota no la había visto en mi vida, o es que tú lo haces especial. A día de hoy no me queda duda de que para mí eres el mejor defensa del mundo, le pese a quien le pese, y sé que será así de por vida, porque esas miradas de complicidad con mi hermano por ti cada vez que te vemos jugar no tienen precio.
Eso sin hablar de esos partidos en los que apareces cuando menos se lo esperan y marcas un gol a tu manera, esos golazos que descolocan a todo el mundo. No sabes el orgullo que se siente decir: “Ese es mi ídolo. El mejor que se puede tener”. Sinceramente son momentos en los que me quedo sin palabras, lo único que me sale es sonreír y sonreír. Gracias por esos momentos en un campo de fútbol, gracias por hacerme feliz solamente con tu trabajo. Eres muy grande, en serio.
Está claro que contigo también he pasado muchos momentos de risas fuera del terreno de juego desde que te conocí, y son vivencias que son únicas e inolvidables todas, ¿o te piensas que ese momento en el que me aseguraste tu camisa no me ilusionó? ¿O esos otros en los que te lo han recordado y tus respuestas han sido: “Luego se la doy” no me han hecho reír (risas)? ¿O también las veces que no has aparecido y me he quedado hecha polvo? Hay momentos de todo tipo, pero cada uno especial porque tienen que ver contigo. Sólo por eso.
El hecho por el que me haría ilusión tener tu camisa está claro después de todo lo escrito anteriormente, pero también porque si por lo que sea la próxima temporada no estás aquí quiero tenerla de recuerdo, quiero quedarme con eso al menos, aunque en mi mente y en mi corazón estarás presente, así que espero poderla tener, aunque lo veo crudo ya a estas alturas, pero nunca se sabe, yo seguiré ahí de pesada (risas).
Bueno, sólo me queda decirte que siento petarte el Twitter (risas), y que gracias por hacerme sentir así. Gracias por el simple hecho de existir.
Un abrazo de tu fan incondicional de la que pasas y a la que vacilas (risas).

PD: Se me olvidaba decirte una cosa, ¿a que no sabes cuál? ¡Bendiciones!

Publicado en Carta a...

Deja un comentario